«La fuerza de lo invisible» por Ángel Arribas @cybereinyel

Angel Arribas

El día que 8.000 personas perdieron su empleo.

A comienzos de los 90 del pasado siglo, el propietario del denominado Grupo Melíá terminó de liquidar la compañía para obtener liquidez con la que pagar las exorbitadas inversiones que había iniciado al comprar a la MGM, en USA, y a Pathé Communications, en Francia.

Aunque no pudo evitar perder ambas, la americana por la quiebra y la francesa por la desconfianza del gobierno galo, dejó en la calle a 8.000 personas en todo el mundo. Éramos los últimos de los restos del Imperio Meliá.

La fuerza de lo invisible.

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by Crawfordlfland

Cuando nos comunicaron que la empresa cesaba su actividad corporativa me encontré por primera vez con dos situaciones antagónicas: Estar en el paro y ser mayor de 45 años. Estas dos circunstancias producen una curiosa reacción física cuando se mezclan: Te vuelves invisible.

Tenía acumulados 30 años de experiencia profesional, 20 de ellos en ITT, Standard Eléctrica, donde empecé a trabajar como botones y salí como Analista Funcional. El salto a Yves Rocher, como responsable de Informática durante tres años; a American Express como Manager Development System, cuatro años más; y al grupo Meliá, otros tres,  como Manager Information System, habían sido peldaños que escalaba en mi vida profesional y que me situaron al frente de 90 personas en una multinacional española con presencia en los cinco continentes.

Me quedé en el limbo, profesionalmente hablando, en esa especie de tierra de nadie en la que todavía no eres un parado oficial, aunque te acabas de quedar sin empleo.

Con la confianza y seguridad que otorga una fructífera carrera profesional me dije a mí mismo que antes de un mes estaría trabajando de nuevo. A los seis meses seguía, inexplicablemente, sin recibir ninguna llamada en relación con los anuncios que demandaban un perfil profesional calcado al mío: Conocimientos de… Amplia experiencia en… Nn años como Director de… Idiomas: Inglés, francés, catalán…  Nada.

Ocho meses después, ya divorciado (algo ayudó mi situación) un cazatalentos (Head-hunter, dijo), me llamó por fin.

  • Te llamo para decirte que no nos envíes más C.V. en relación con nuestros anuncios. Ya te he incluido varias veces en las candidaturas que presentamos a los clientes y siempre me rechazan la tuya, por la edad. Nadie parece interesado en profesionales mayores de 45 años. Prefieren alguien que no cuestione nada y obedezca antes de arriesgarse a contratar a personas de más edad y con criterio propio, que seguramente tengan poco o ningún reparo en cuestionarlo todo. Con tus conocimientos y experiencia corporativa te sugiero que contactes con las empresas de formación profesional que hay en el mercado. En tus circunstancias sólo te van a contratar quienes te conozcan o tus contactos. Suerte.

Creo recordar que me quedé un poco más abatido de lo que estaba. No obstante, sopesé los hechos, calculé las opciones y reorienté mis esfuerzos en la dirección apuntada.

Al mes colaboraba como formador presencial con dos empresas diferentes de modo habitual y con otras dos de forma esporádica. Fue una de estas últimas la que me ofreció la opción de pasar a plantilla para explorar una metodología nueva de formación a distancia, a la que llamaban “e-learning”. En esta empresa me jubilé felizmente tras casi 20 años.

Los consejos son muy sencillos para quien los da y un poquito más complicados para quien los tiene que poner en práctica. Sí me atrevería a decir que todos poseemos valores que en un momento dado pueden ser más apreciados por los demás que por nosotros mismos. Hay que buscar TODAS las COMPETENCIAS que se tienen y hacer una lista con cuatro columnas:

-Lo que sé (CONOCIMIENTOS)

-Lo que sé hacer (HABILIDADES)

-Lo que puedo hacer (APTITUD)

-Lo que quiero hacer (ACTITUD).

Aundre
by Aundre Larrow

Luego toca puntuar objetivamente cada elemento para comprobar en qué se destaca y en qué necesitamos mejorar. Los puntos fuertes nos darán mejores oportunidades y los más débiles serán una amenaza para nuestros intereses. Algo que ocurre desde que el mundo es mundo.

Luego hay que ponerse en marcha. El camino está para recorrerlo. Es conveniente y recomendable parar a descansar y a reorientarnos, si es preciso, pero el camino hay que hacerlo.

Y desconfiar de los vendedores de humo. Más café y menos opio. Tus objetivos los conseguirás despierto y en marcha, no soñando con ellos.

“Morning has broken,

like the first morning…

Mine is the sunlight,

mine is the morning…”

 

Ángel Arribas.

AngelArribasLicenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Complutense, Máster en Prevención de Riesgos Laborales y Dirección de Proyectos. Profesor de Sistemas de Comunicación en el MBA del Instituto de Empresa de Madrid, Director del Departamento de Informática de la Universidad Nebrija. Angel fue Director de Informática, Organización y Formación del Grupo Melía. Una vez desaparecido el grupo colaboró con diversas empresas privadas de formación hasta su ingreso en el Grupo Doxa, con la que ya cooperaba como profesor y autor de textos formativos, para administrar la plataforma Luvit, la herramienta e-learning de la universidad sueca de Lund.  Recientemente jubilado mantiene un blog de opinión, La Garza Libre, y ha reconducido su actividad a la escritura de novelas, de las que lleva publicadas cinco obras Puedes contactar con Ángel en su cuenta de twitter, facebook, o en su página de autor en Amazon.

Gracias, Ángel Arribas, por acompañarnos en esta aventura.

(Si os gustaría participar en esta sección «Sale nuevamente el sol» enviar un email a: noquieroserportadals@gmail.com)

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11 comentarios en “«La fuerza de lo invisible» por Ángel Arribas @cybereinyel

  1. Volvernos invisibles a cierta edad es algo casi cotidiano desde hace unas décadas y nos abarca a muchos en todas partes del mundo. Al leer este estupendo artículo me he sentido identificada y eso que estoy a mucha distancia de España.

    Creo que además de hacer la lista de cuatro columnas tratando de ser objetivos, y buscar la manera de reinventarnos apelando a toda nuestra creatividad y la de quienes nos conocen y aportan su apoyo con ideas y mirada en perspectiva, debemos reforzar la autoestima, ya que si ella decae caeremos en ese pozo del que despues de un tiempo será difícil salir, con sueños o sin ellos.

    No paremos de caminar tras los objetivos para contruir realidad, … y si el estímulo se encuentra en un café y amigos seguro que «la luz de la mañana será nuestra».

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  2. Si miráis la media de edad de los premios nobel o de los inventores más importantes de la historia veréis que mayoritariamente son personas invisibles.
    Sólo puede aportar valor a una empresa, aquel que ha ido guardándolo durante su trayectoria, por lo que está claro que la necesidad hará que el mercado cambie y busque a los profesionales senior, hay empresas que ya lo están haciendo, pues al fin y al cabo lo importante es tener mayores beneficios y eso sólo se consigue con mayor talento tenga la edad que tenga.

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    • La verdad es que no lo podía entender: Formación, conocimiento, experiencia, habilidad, aptitud y actitud,,, se disuelven como la nieve en primavera cuando pasas «la frontera». No digo que las empresas se deban convertir en «Consejos de Ancianos», pero 45 años…. Parece que el talento se evapora a esa edad. Gracias por tu comentario, ideasland.

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