Móstoles, 18 de Abril de 2015
Hola a tod@s.
Quiero contaros algo por si puedo ayudaros, de alguna manera, a salir de una mala o inexistente situación laboral.
Ante todo, presentarme. Soy Susana Martín, hija de obreros, tengo 43 años, soy madre de dos hijos, una de 18 y otro de 12, divorciada desde hace 5 años, con hipoteca y mis hijos a cargo.
En el post que escribí, «Cuando los recursos terminan… Somos capaces de crear nuevos caminos», terminé formulando una pregunta:
Federico Romero, www.ideasland.com, quiso aportar su reflexión, respondiendo a la pregunta, con el siguiente post. Gracias por hacerlo, Federico.
Semana tras semana nos van descubriendo historias de superación y reinvención impresionantes y motivadoras. Personas con una vida laboral encauzada, que de repente un día pierden y no saben qué hacer, pero con final feliz porque se reinventan y logran algo mejor de lo que un día tuvieron.
Querido destino, Me pongo en contacto contigo para decirte que he tomado una decisión sobre este presente que tantas letras ha escrito sobre papel mojado por las lágrimas de quien no encuentra la forma de seguir adelante.
¿Qué cara se te quedaría si en cuestión de 12 horas tu marido y tú perdierais el trabajo? Efectivamente: cara de idiota. Pues esa fue la que se me quedó una mañana de abril de hace ya casi tres años.
Desde antes de quedarme en desempleo ya navegaba por la red y colaboraba en radio, conectaba con profesionales del sector de la Orientación, la Formación y el Empleo para intercambiar información y recursos. Entre tanta gente del 2.0 estaba ella, Luisa Sánchez Miranda, y la luz de su sonrisa me cautivó.
Esta es la versión light de lo que me dije a mi misma el día que fui consciente de que volvía a encontrarme en situación de desempleada.
El termino crisis expresa, en estos momentos, una dicotomía formada mayoritariamente por dos grupos: los que saben que existe pero no la sufren y en ocasiones se benefician de ésta, y los que la viven y la padecen en carne propia.
Emulando a Gwyneth Paltrow en la película “Dos vidas en un instante”, nuestra protagonista vive su propia historia, alejada eso sí, de la creencia de que nuestra vida es fruto del azar y la fuerza del destino porque sus acciones marcaron su vida y el desenlace de esta historia.
No más lunes al sol 